Cómo modificar la luz del flash
El flash es una de las herramientas de aprendizaje más importantes en la fotografía. El hecho de poder controlar su intensidad y dirección permite que empecemos a pensar de manera distinta, entendiendo como esta termina influenciando la imagen final. Si ya has aprendido a disparar en manual, ya tienes una lente de apertura grande y te estas aburriendo de la fotografía, prueba hacer fotos con un flash. Es una experiencia renovadora.
Pero como así las fotografías con el flash de frente aburren, aquellas que no modifican en absoluto su luz también. El flash de por si es un herramienta de mucho poder lumínico y de alguna manera hay que suavizarla, más allá del control de intensidad. Opciones hay varias y cada una cumple una función distinta. Veamos cuales son:
Tiene forma de, claro está, paraguas y se encargan de difuminar la luz del flash de manera suave pero a la vez levemente direccional – en comparación con los otros sistemas. Su función es casi la misma que la pantalla de una lampara: desparramar luz de manera uniforme, pero gracias a su forma tienen la capacidad de direccionarla.
Existen paraguas blancos, que permiten disparar a través de ellos, y paraguas reflectivos, que actúan rebotando la luz. Los blancos son semi opacos y los debes ubicar entre tu fuente de luz y tu sujeto. También funcionan al revés – sujeto, flash, paraguas – difuminando aun más la luz y suavizandola al extremo. Los reflectivos concentran toda la luz del flash y la hacen rebotar en una de sus capas interiores. Generalmente son negros en su cara externa (para evitar que la luz escape) y pueden ser blancos, dorados o plateados en su interior.
Fuente: altfoto.com
Fotografía: altfoto.com