Entrevista a Rafa Muñoz Marín
“Las fotografías, además de mantener su valor sentimental, deben seguir gustando estéticamente durante años”
Define su trabajo como sencillo y elegante, e intenta transmitir las imágenes tal cual las siente. Rafael Muñoz no ha perdido la ilusión en un trabajo que le apasiona desde pequeño.
FEPFI – ¿Qué tipo de fotografía realiza?
Rafael: Sobre todo fotografía social, reportaje y estudio. También algo de industrial y publicidad, aunque en los últimos tiempos en menor medida. Nunca he querido dejar de hacer este tipo de trabajos que tanto han aportado a mi formación como fotógrafo.
FEPFI – ¿Cómo definiría su trabajo?
Rafael: Intento realizar un trabajo sencillo y elegante. Pienso que con esas premisas podemos conseguir imágenes que no queden obsoletas con el paso del tiempo y que, además de mantener su valor sentimental, sigan gustando estéticamente durante años.
FEPFI – ¿Cuál es el público al que se dirige?
Rafael: No tenemos un “cliente tipo” pero sí es cierto que la campaña de comuniones y la de bodas son las más fuertes, las que personalmente más nos llenan y con las que más disfrutamos actualmente.
FEPFI – ¿Cómo logra hacer que las fotografías lleguen al público?
Rafael: Intento transmitir las imágenes tal cual las siento. A la hora de realizar la captura estoy pensando en el acabado final de la fotografía, no me gusta dejar nada al azar ni retocar en exceso. En la medida de lo posible dejo la imagen final muy avanzada una vez disparada, y lista para solo dar unas pequeñas pinceladas. Cierto es que en determinadas circunstancias el retoque es imprescindible para conseguir lo que deseamos, pero siempre de una manera sutil.
FEPFI – ¿Qué es lo más importante en una sesión de trabajo?
Rafael: Lo primordial es que el ambiente sea agradable e intentar que haya el máximo feeling entre nosotros y el cliente. Esto es fundamental, pues no es fácil ponerse delante de una cámara.
FEPFI – ¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo la fotografía?
Rafael: Con nueve años, para mi comunión, mi padre me regaló mi primera réflex. Una Mamiya ZE. ¡Nunca olvidaré esa cámara! Ya con esa edad prefería ir con mi padre de boda, aunque fuese a recoger cables, que quedarme en la calle jugando con los amigos. Aunque estudiaba, los fines de semana tocaba echar una mano, y con 13 años ya hacía vídeos tanto de comunión como de boda. La gente me miraba con curiosidad. Supongo que pensarían que todavía era un niño. A la vuelta del servicio militar, ya con 21 años, decidí dedicarme de lleno a esta profesión y ampliamos el negocio hacia la fotografía industrial y publicitaria, donde aprendí muchísimo de iluminación debido a la gran cantidad y variedad de productos y materiales a los que me tuve que enfrentar.
Lo primordial es que el ambiente sea agradable e intentar que haya el máximo feeling entre nosotros y el cliente.
FEPFI – ¿De qué se siente más orgulloso en su carrera profesional?
Rafael: De haber conseguido ir superando los numerosos retos que se me han ido planteando y de poder seguir viviendo de esta profesión tan bonita, aun cuando no pasa por sus mejores momentos debido a la crisis y al intrusismo.
FEPFI – ¿En qué momentos se siente afortunado como profesional?
Rafael: Una de las cosas más bonitas de esta profesión es poder hacer sentir especiales a los clientes. Una boda, una comunión, una sesión de embarazo… son momentos clave en la vida de las personas, y poder hacerles sentir especiales con nuestro trabajo es lo que más te llena y lo que te da energías para querer mejorar.
FEPFI – ¿Destacaría alguno de sus trabajos de forma especial?
Rafael: Es difícil decantarme por alguno en concreto, pues todos tienen un trocito de mí, de mi manera de ver las cosas. Hay trabajos que me han aportado mucho en lo profesional y otros en lo personal, que vale tanto o más que lo anterior.
FEPFI – ¿Cuáles son sus planes profesionales a medio plazo?
Rafael: Seguir trabajando por mejorar, y seguir formándome y aprendiendo de los fotógrafos con los que más me identifico y que son una referencia para mí. Y nunca perder la ilusión por esta profesión, pues sin ella no podremos dar a las imágenes ese toque que nos sale del corazón.
nunca perder la ilusión por esta profesión, pues sin ella no podremos dar a las imágenes ese toque que nos sale del corazón.
FEPFI – ¿En que se basa la confianza de sus clientes?
Rafael: Desde pequeñitos, mi padre nos enseñó que lo primordial es la calidad y la formalidad. Creo que todo el que entra en nuestro estudio percibe estos valores que para nosotros son fundamentales.
Más sobre Rafael Muñoz Marín
Rafael Muñoz Marín lleva 17 años dedicándose de manera plena a la fotografía, “y toda una vida a la sombra de un gran fotógrafo y persona como es mi padre”, afirma. Hoy, su trabajo se ha consolidado como una referencia en fotografía de boda, estudio y publicidad, con un cuidado diseño de álbumes y tratamiento de imágenes. Su estudio, Rafael Fotografía, está situado en Lucena (Córdoba). Tel. 957 502 919 / E-mail: info@rafaelfotografia.com.